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En los últimos años, las nuevas tecnologías de detección por satélite han demostrado los peligros de colisión con hielo flotante que corren los navegantes. Esto ha hecho que se haya establecido una zona límite de seguridad en las últimas regatas de la Clase IMOCA -la Vendée Globe y la Barcelona World Race-.

Esta zona es una línea imaginaria que marca la Dirección de Regata con el objetivo evitar que los navegantes bajen más al sur. La finalidad es limitar el descenso de los barcos en zonas peligrosas, ya sea por la abundancia de hielo flotante o por estar demasiado alejadas de los servicios de salvamento marítimo de los países australes.

La posición de esta zona depende de la evolución de la banquisa polar (hielos flotantes polares) y generalmente se da a conocer antes de que comience la regata. Aún así, como que a lo largo de la regata la posición de los hielos va cambiando, también se modifica. Después, una vez el primer barco ha pasado por esta zona, ésta no se puede modificar por razones de coherencia deportiva de cara al resto de la flota.

En la circunnavegación de la Antártida, cuanto más al sur se baja menos millas se recorren ya que se navega más cerca de la ortodrómica navegable que rodearía la banquisa polar. Por este motivo, subir las puertas de hielo cada año más al norte, hace que la regata se alargue. Por desgracia, el deshielo del Polo Sur obliga a la Dirección de Regata a tomar medidas severas en este sentido.