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Las 10 velas que el reglamento permite embarcar como máximo dan mucho juego, puesto que están concebidas para responder a cualquier intensidad del viento y ángulo de incidencia. No hay una norma universal de combinaciones de velas; cada tripulación, en función de su experiencia, aplica una u otra para adaptarse a las diferentes condiciones de viento y mar. Tampoco traen exactamente las mismas velas, pero, en general, hay una serie de configuraciones básicas que se utilizan a bordo. Las características de cada una de las velas –material, refuerzos, diseño, cabulleria, etc.- es diferente, puesto que cada vela tiene una posición y un ángulo de ataque óptimo para aprovechar el viento al máximo.

Así, cada barco trae una vela mayor, unos seis tipos de velas de proa (génova, solent, trinqueta, atormenté, código 0 y reacher), y unos cuatro tipos de espináquers asimétricos: