Joshua Slocum creció junto al mar, en el faro donde vivía su familia. A los 14 años se enroló en una goleta pesquera, a los 16 años en un mercante rumbo a Irlanda y a los 25 años llegó al rango de Capitán. En el año 1898, a la edad de 54 años, culminó la primera vuelta al mundo en solitario de la historia: 3 años y 46.000 millas a bordo del Spray, un velero de 36 pies, sin patrocinio y con los equipos más básicos de navegación.
El otoño de 1909 salió de Bristol a bordo del Spray, rumbo hacia las Indias Occidentales. Nunca más se les volvió a ver, ni a él ni al barco. Medio año más tarde su mujer informó a la prensa que creía que se habría perdido en el mar, y en 1924, fue declarado legalmente muerto.
A pesar de ser un navegante experimentado, Slocum no sabía nadar -y tampoco creía que fuera necesario-, nunca llevaba chaleco salvavidas y, cuando navegaba, no se ataba a ninguna parte.