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En el año 1976 había más de treinta sistemas diferentes de señales de boyas en todo el mundo, muchos de los cuales eran contradictorios entre sí. Esta confusión era particularmente arriesgada cuando se trataba de señalar peligros para la navegación y navegantes extranjeros no los conocían.

Por este motivo, en 1960, la AISM (Asociación Internacional de Señalización Marítima), formó una comisión encargada de examinar el problema y sugerir soluciones. La comisión tenía que encontrar una forma para estandarizar el uso de los colores verde y rojo para la señalización de canales. Además, tenía que aprovechar al máximo los equipos existentes para evitar gastos innecesarios.

Las tentativas para conseguir un acuerdo común tuvieron un éxito escaso, hasta que una serie de desastrosos naufragios ocurridos en el área de Dover en 1971 dieron un impulso a los esfuerzos de la comisión. Finalmente se consiguió formular un sistema internacional, el IALA, por dos zonas diferentes del mundo: por la Región A y por la Región B. Este sistema de reglas único permite a las autoridades de balizamiento elegir, sobre una base regional, entre utilizar el rojo a babor o estribor. En el sistema A una baliza verde quiere decir que se tiene que dejar a estribor, en el sistema B se tiene que dejar a babor.

El sistema IALA de la Región A se usa en Europa, África y la mayor parte de Asia y Oceanía, mientras que el de la Región B en América, Japón, Corea del Sur, Filipinas y las zonas de Oceanía cercanas al continente americano.