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Los barcos participantes en la Barcelona World Race salen de la ciudad condal bordeando la costa peninsular siguiendo la corriente catalana hasta llegar al Estrecho de Gibraltar. Una vez en el Atlántico se dirigen hacia las Islas Canarias, siguiendo la corriente de Canarias que forma parte del giro del Atlántico Norte.

Durante este trayecto, los barcos navegan impulsados por popa por los vientos alisios. Al cruzar el ecuador encontrarán el sistema de corrientes ecuatoriales, que consta de una corriente Ecuatorial Norte y una corriente Ecuatorial Sur que fluyen hacia el oeste.

Desde Canarias, los barcos comenzarán un tramo de la regata verdaderamente de altura hasta acercarse a la costa más oriental de Brasil. Para ello tendrán que cruzar una zona del Atlántico temida por las calmas ecuatoriales y los cambios de viento. A continuación, se dirigirán hacia el Cabo de Buena Esperanza.

La mayoría de embarcaciones entran en el océano Austral que rodea la Antártida con un anillo continuo de corrientes que tienen una dirección principal hacia el este, impulsados por vientos fuertes del oeste. Esta es la corriente Circumpolar Antártica, una de las corrientes más importantes del mundo. Es la única que no está obstaculizada por los continentes; por tanto, consigue dar la vuelta entera a la Tierra en esta latitud, recorriendo unos 24.000 km y con una anchura de 200 a 1.000 km.

En estas latitudes, el viento también puede recorrer grandes distancias sin obstáculos, formándose olas de hasta 20 metros de altura, además de haber temperaturas extremas.

Una vez dada la vuelta a la Antártida siguiendo la corriente Circumpolar Antártica, los barcos llegan al Estrecho de Drake, situado entre la Antártida y América del Sur. En este momento se llega al último tramo de la regata entrando en el Atlántico Sur y se sigue la corriente cálida que sube paralelo a la costa de América del Sur.

Una vez pasada la zona de calmas ecuatoriales, seguirán la corriente favorable hacia el norte y cruzarán el Atlántico, siguiendo una derrota que les llevará más arriba del Estrecho de Gibraltar, pero que les permitirá beneficiarse del anticiclón de las Azores con el viento a favor. Después descenderán un poco para volver a entrar por el Estrecho de Gibraltar hacia el Mediterráneo para llegar a Barcelona, punto final de esta ruta mundial.