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Una regata de vuelta al mundo a vela puede ganarse en buena parte, antes de la salida. De hecho las regatas no empiezan cuando se cruza la salida sino que meses antes se ha de probar todo: el buque, las velas y los diversos equipamientos a bordo. Nada puede fallar y, además, las tripulaciones entrenan y participan en las pruebas clasificatorias para conocer más a fondo entre ellos, y el barco.

De este modo, paralelamente a la preparación personal, se pone en marcha la preparación técnica desde que el barco, el IMOCA 60, se pone en el agua. Cada travesía de prueba que se hace previamente, sirve para conocer la reacción tanto del deportista como del buque cuando se navega en condiciones diversas. De esta manera, el barco empieza a ser un compañero y se consolidan los lazos con él, lo quiere y valora.

Hay barcos que son nuevos, mientras que otros ya han hecho regatas y se han modificado a fondo para mejorarlos y hacerlos más competitivos. En cualquier caso, resulta fundamental ver cómo reacciona el barco en diferentes condiciones y comprobar que está listo para hacer una regata vuelta al mundo.

https://youtu.be/cmltriHg06I