A bordo del barco, los cabos siempre tienen que estar ordenados y preparados para usarse en cualquier momento para la elaboración de nudos marineros. Para que un nudo marinero sea un buen nudo, siempre tiene que cumplir tres condiciones:
- Tiene que ser fácil de hacer sin mirar.
- Tiene que ser fácil de deshacer sin necesidad de usar herramientas y aunque esté mojado.
- Tiene que aguantar para cumplir la función específica por la cual está hecho.

Para cada situación o maniobra se suele utilizar un nudo concreto. Los más utilizados son los siguientes:
- Ocho: este nudo se usa como tope en el extremo de un cabo. Es fácil de hacer y deshacer aunque esté tensado y mojado.
- As de guía: nudo básico de gran utilidad que puede soportar mucha tensión sin desplazarse. Este nudo tiene múltiples aplicaciones, entre otras para encapillar los cabos de un amarre o para ligar las drizas y escotas a las velas.
- Ballestrinque: nudo que se utiliza para sujetar un cabo a un poste o mástil, Antiguamente se usaba para afianzar –*trincar- la cuerda de una ballesta antes de disparar.
- Nudo llano: nudo que sirve principalmente para unir dos cabos del mismo diámetro de espesor.
Entre maniobra y maniobra, cuando los cabos no se usan se recogen de una manera especial que se denomina mola. Muy a menudo los navegantes tienen que molar los cabos para que la cubierta quede aseada y no molesten o se envuelvan con los pies.