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Durante los tres meses que aproximadamente estarán navegando, los navegantes deberán alimentarse principalmente con alimentos liofilizados. Estos suponen una buena opción considerando que el espacio y el peso en el barco son limitados y que su conservación y preparación requieren un tiempo y un equipamiento mínimo.

La liofilización es una técnica de deshidratación por frío; un proceso común en la industria alimentaria que se conoce también como deshidrocongelación (secado por congelación).

Este proceso permite mantener al máximo las propiedades de los alimentos. De hecho, los productos quedan secos, siendo el agua lo único que pierden, y mantienen su sabor y aroma, es decir, no hay alteraciones en el producto. Para consumirlos, el regatista sólo tendrá que añadir agua caliente, esperar 10 minutos y ¡ya estará listo!

El principal inconveniente de la comida liofilizada es que, aunque en el mercado hay una amplia variedad de sabores, se hace monótono al cabo de varias semanas. Por ello, los navegantes se embarcan algunas raciones de otros tipos de comida para variar la dieta y los sabores, como frutos secos, embutidos, chocolate, bollos, y barritas de cereales.

https://youtu.be/8RIgGOShGfo