El mapamundi más antiguo que se conoce es una tableta de arcilla cocida de origen babilónico del siglo VI aC que se conserva en el Museo Británico. En base a los mapas babilonios, los habitantes de la antigua Grecia realizaron nuevas interpretaciones cartográficas.
Desgraciadamente no se conservan los mapas originales pero sí muchos textos explicando la evolución de los conocimientos geográficos de nuestro planeta. De acuerdo con la interpretación de estos textos se han realizado reproducciones muy exactas y fiables.
Los griegos imaginaron la Tierra como un disco plano envolviendo el Mar Mediterráneo y rodeado a su vez por un océano-río donde en el extremo más lejano se apoyaba la bóveda del cielo.
Esta es la idea de la Tierra que transmitió Homero en la Ilíada y especialmente en la Odisea. Así, la Tierra era un disco flotando sobre el agua en el interior de una semiesfera transparente que era el cielo. Por debajo de la tierra habitable y del agua, se encontraba el Tártaro, el reino de la oscuridad y de los muertos.