Los piratas tenían una organización democrática, elegían o destituían a su capitán y votaban sobre qué rumbo seguir o qué barco atacar. Estos formaban una asamblea en la que se votaba y tenían los mismos derechos. Existía un código de comportamiento que todos los piratas firmaban y donde se establecía las normas y las compensaciones en caso de quedar discapacitado en una acción de combate.

La conocida imagen del pirata con un ojo tapado parece ser que era una manera de evitar el mareo a base de limitar la visión de profundidad. En cuanto a castigos que aplicaban, uno de los peores era el abandono en una isla desierta.

Sin embargo, parece que había piratas que no lo eran de hecho. Cualquier persona fuera de la ley o que se enfrentaba al poder establecido podía ser tratado como tal. Fruto de ello, se produjeron hechos curiosos como la sociedad independiente catalana que se creó durante un tiempo en la isla de Montserrat, en el Caribe.

Las normas de la Cofradía de la Costa