
Los astilleros de las costas catalanas, a finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX, eran espacios dedicados a la construcción y a la reparación de los barcos. Se situaban en las playas de los pueblos costeros, playas que debían tener características adecuadas que les permitieran construir las embarcaciones.
La construcción de una barca no empezaba hasta que el armador y futuro propietario de la embarcación no le hacía el pedido al Maestro de ribera. En función de los usos a que se quería destinar la embarcación, el carpintero de ribera seguía el siguiente proceso:
- El armador encarga al carpintero de ribera la construcción del barco.
- El carpintero de ribera construye un modelo de medio buque donde se harán las modificaciones necesarias.
- De acuerdo con el modelo, se representa a escala natural el plano de formas para obtener las plantillas de las piezas.
- Se construye la cama donde se apoyará la embarcación.
- La madera se corta y se da forma a las piezas que formarán el barco.
- Las primeras piezas que se colocan son la quilla, la rueda y el codaste. Este proceso se llama amaestrar.
- Se colocan las cuadernas, la cinta y el durmiente y luego se revisten las cuadernas con el forro.
- Antes de pintar la embarcación para protegerla, se debe calafatear con estopa untada de brea.
- Una vez terminada la estructura del barco, hay que completarla con la construcción de los interiores y colocar el palo con la antena y las velas para poder hacerse al mar.