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Una de las mayores preocupaciones de los navegantes que pasan por el cabo de Hornos es la gran presencia de growlers e icebergs, los cuales resultan enormemente peligrosos durante la navegación puesto que los barcos se los pueden encontrar y sufrir colisiones. La presencia de masas de hielo es cada vez más grande en esta zona debido al fenómeno conocido como calentamiento global del planeta.

El principal efecto del aumento de los gases de efecto invernadero se traduce en un aumento global de la temperatura. También han aumentado el número de incendios forestales y su fuerza se ha incrementado mucho en la última década. También se han sufrido más catástrofes naturales climáticas como tormentas tropicales, lluvias torrenciales, inundaciones, etc. Estos efectos se producen conforme el clima es más cálido, la evaporación se incrementa causando un aumento en las precipitaciones y su virulencia. Este aumento de lluvias también produce más erosión, cosa que favorece la desertización.

Otros efectos son menos evidentes pero igualmente graves. Las corrientes marinas son muy importantes en los climas continentales y su modificación puede provocar graves variaciones en las temperaturas. La corriente del Atlántico Norte, por ejemplo, está producida por cambios de temperatura y parece ser que, cuando el clima se hace más cálido, esta corriente va disminuyendo, hecho que provocará que zonas como Escandinavia y Gran Bretaña podrían presentar un clima más frío al no llegar esta corriente cálida.

Otro motivo de gran preocupación es el aumento del nivel del mar. Este nivel está subiendo entre 1 y 2 cm cada década y está provocado, por un lado, por la expansión del agua cuando se calienta, y por el otro, por el deshielo de los casquetes polares. Este deshielo producirá también un aumento del número de icebergs y growlers que son difíciles de ver, incluso a los radares de los barcos les cuesta de detectarlos.