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Las personas que participan en la Barcelona World Race son navegantes muy bien preparados, tienen experiencia en otras vueltas al mundo como patrones o tripulantes y muchos de los inscritos se iniciaron en la vela durante la niñez. Por tanto, son gente que sabe muy bien lo que les espera.

El perfil de los regatistas oceánicas

En una regata de estas características lo más importante es poder terminarla. Sucede a menudo que algunos veleros deben retirarse por averías que no pueden ser reparadas a bordo, por colisiones, vías de agua, pérdida del palo, etc. Incluso algunos han de ser rescatados porque han tenido un accidente, se ha hundido el barco o porque han volcado.

Ante situaciones de este tipo, los skippers deberán tener una elevada preparación para solucionar cualquier problema. Deberán saber meteorología, electrónica, informática, telecomunicaciones, mecánica, velería, trabajo con fibras sintéticas, primeros auxilios, táctica de regatas, etc. De este modo, ser capaces de adelantarse a los peligros y averías les ayudará a prever cualquier situación de riesgo.

En general, tienen una gran resistencia física y psíquica y, en su mente, está el valor de ganar -tienen la capacidad de estar trabajando días al límite de sus posibilidades-. Así, son personas que buscan retos y destacan por su fuerte personalidad y conocimiento de sí mismas, lo que las hace capaces de soportar situaciones límite como las que vivirán.

En la Barcelona World Race es clave el encaje entre los tripulantes, por eso es necesario que haya una elevada compenetración, intentando evitar los problemas que puedan surgir de la convivencia y el trabajo en equipo.